Retinopatía diabética. Qué es, síntomas, causas y tratamiento
Principal causa de ceguera en adultos en edad laboral
60+
adultos en edad laboral
Se produce
+%
cuando los niveles altos de azúcar en la sangre dañan los vasos sanguíneos de la retina
Una probabilidad del
90%
Sí tienes diabetes mucho tiempo.


¿Qué es la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular causada por la diabetes que afecta, aproximadamente, al 10% de la población. Provoca daños en los vasos sanguíneos de la retina y nuevos vasos sanguíneos anormales, los cuales pueden llevar a la pérdida de la visión.
Al principio, puede que la retinopatía diabética no presente síntomas o únicamente problemas leves. Sin embargo, tras 20 años desde su diagnóstico, el 60% de pacientes tienen afectada la retina.


Síntomas de la retinopatía diabética
- Generalmente, los pacientes con retinopatía diabética no presentan síntomas en los primeros estadios de la enfermedad, por lo que muchas personas la padecen y no son conscientes de ello. A medida que la afección avanza, ésta suele afectar a ambos ojos y pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Visión borrosa
- Zonas de la visión oscuras o vacías
- Manchas oscuras que flotan en la vista (las llamadas “moscas volantes” o “cuerpos flotantes”)
- Visión variable
- Tonalidad de colores atenuados o apagados
- Pérdida de visión
Fases de la retinopatía diabética


Retinopatía diabética no proliferativa
Fase 1: Retinopatía Diabética no proliferativa (NPDR)
Esta es la etapa temprana de la enfermedad ocular diabética y la padecen muchas personas con diabetes. Con una NPDR, un gran número de pequeños vasos sanguíneos sufren pérdidas y daños, por lo que la retina se hincha. Esta hinchazón provoca también la inflamación de la mácula, lo que se denomina edema macular.
Además de verse dañados, los vasos sanguíneos en la retina pueden cerrarse (isquemia macular), por lo que la sangre no llega a la mácula. Como consecuencia de todo ello, el paciente padece visión borrosa.
En esta fase, la retinopatía va avanzando:
- Retinopatía diabética leve.
- Retinopatía diabética moderada.
- Retinopatía diabética severa.


Retinopatía diabética proliferativa
Fase 2: Retinopatía diabética proliferativa (PDR), la forma más grave
Esta es la etapa más avanzada de la enfermedad ocular diabética y se produce con la neovascularización. En otras palabras, sucede cuando la retina comienza a desarrollar nuevos vasos sanguíneos.
El problema radica en que, con esta enfermedad, dichos vasos sanguíneos son muy frágiles y a menudo sangran hacia el vítreo. Si el sangrado es leve, el paciente observa unas cuantas “moscas volantes” oscuras.
Si el sangrado es severo, es posible que bloquee completamente la visión. Además, debido a ello, se generan cicatrices que pueden derivar en un desprendimiento de retina.
Causas de la retinopatía diabética
La causa principal de la retinopatía diabética es la diabetes. Y es que con el paso del tiempo, un exceso de azúcar en sangre puede dar lugar a la obstrucción de los pequeños vasos sanguíneos que alimentan la retina.
Es decir, que se produzca un corte en la irrigación sanguínea necesaria para la visión. Como resultado, el ojo intenta desarrollar nuevos vasos sanguíneos pero éstos no se forman adecuadamente y sangran fácilmente.


Factores de riesgo asociados a esta enfermedad
En primer lugar, cualquier paciente con diabetes puede manifestar retinopatía diabética. A partir de ello, el riesgo de manifestar dicha afección ocular puede aumentar como consecuencia de:
- La longevidad de la diabetes
- Escaso control del nivel de glucosa en la sangre
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Tabaco
- Embarazo


Tratamiento para la retinopatía diabética
Tras el diagnóstico de un oftalmólogo, pueden seguirse varias opciones de tratamiento según cada caso:
Control médico: Un buen control del nivel de glucosa en la sangre, seguir la dieta adecuada y un control de la presión arterial pueden detener la pérdida de la visión, incluso devolver visión al paciente.
Medicamentos: Los medicamentos anti-FCEV ayudan a disminuir la hinchazón de la mácula, ayudando a ralentizar la pérdida de la visión e incluso mejorarla. Otra opción son los medicamentos con esteroides. Ambos se administran mediante inyecciones en el ojo.
Cirugía con rayos láser: El láser puede ayudar a sellar los vasos sanguíneos que sufren pérdidas de sangre debido a la enfermedad. Si se detiene dicho sangrado, puede disminuir la hinchazón de la retina. Además, la cirugía láser consigue que los vasos sanguíneos se encojan, incluso puede evitar que vuelvan a crecer.
Vitrectomía: Este tipo de cirugía está recomendada para pacientes que padecen Retinopatía Diabética Proliferativa (PDR). Cuando se realiza una vitrectomía, el oftalmólogo extrae gel vítreo y sangre de los vasos anormales de la parte posterior del ojo, permitiendo así que los rayos de luz se enfoquen correctamente en la retina. Si existe tejido cicatrizante en la retina, también puede ser extirpado.
Ojo y ceguera diabética
Desafortunadamente, la retinopatía diabética puede provocar la pérdida total de la visión, sobre todo si dicha afección no se trata de manera adecuada. De hecho, junto al edema macular y el glaucoma, se considera la principal causa de ceguera en adultos.
Ayudas ópticas para la retinopatía diabética
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